La técnica de saponificación en frío tiene sus raíces en los métodos artesanales de fabricación de jabón utilizados desde la antigüedad, especialmente en las culturas mediterráneas (como los fenicios y los romanos). A diferencia de los procesos industriales modernos, que aplican calor para acelerar la reacción, la saponificación en frío preserva la esencia natural de los ingredientes.
¿En qué consiste?
Proceso Químico Natural: Se mezclan aceites/plantas con una solución de hidróxido de sodio (sosa). La reacción (sin calor externo) genera jabón.
Curado Lento: El jabón se deja reposar 4-6 semanas para completar la saponificación y lograr una textura suave y duradera.
Máxima preservación de nutrientes: Los aceites y mantecas mantienen sus propiedades humectantes y antioxidantes.
Ecológico: Sin energía térmica contaminante y biodegradable.
Jabón más suave: Ideal para pieles sensibles (pH equilibrado ≈ 8.5).